O.Henry
Relatos
inesperados
La misma “Habitación amueblada” que
nos llevó a conocer los cuentos de
O´Henry, el “Shejov yanqui”
conserva su esencia, al ser una historia exclusiva para el desenlace.
Es probable también, que conserve
además, su métrica de truculencia desarrollada de igual manera en varios de sus
cuentos como lo acusan, y que le dan a Sidney William Porter su patrimonio como rey del trick story.
Pero de lo que no hay duda es que el
desarrollo del periodismo norteamericano lo tuvo como artífice, ayudado por el
propio presidente Theodore Roosevelt su amigo. Para quien debió acuñar el
termino “Cabbages and kings” que se tradujo
luego como el rótulo de “repúblicas
banana” desde Honduras en donde debió refugiarse para ser condenado luego, por un
desfalco.
Su amigo, el presidente de USA, pudo
llevar cabo en 1900 el famoso “I took
Panamá” que sisó a Colombia la posibilidad de poder económico sobre el
canal de Panamá, con la independencia de ese estado en una nueva “república”.
En esta recopilación obran unas historias mas bien bufonescas que irónicas, sobre lo que considera el escritor un patriota
colombiano o centroamericano, que tenga la idea de una revolución.
De igual manera tenemos algunas
historias no tan ligadas al pueblo, o al habla, o a esos personajes
barriobajeros, con que fuera criticado el autor, aunque varios si que están
disminuidos por la carencia de verosimilitud.
En todos, de alguna forma se advierte
la sonrisa burlona, el sarcasmo o la carcajada con que se oculta el verdadero
manejador de esencias humanas.
Los defectos creemos, son contrarios
a los que encontraríamos en éste momento entre los que desean acceder a la
literatura, porque se hace evidente la prolijidad en la producción de la obra
del autor, patrocinada a tal punto con derroche, que su calidad deja mucho que
desear.
Es decir llegó a producir tantas
historias, que a veces en una sola semana escribió mas de siete, lo que ahogó
su creatividad por la paga.
Diríamos que ser apoyando tanto, le
hizo daño. Que producir de forma tan mecánica no mejoró su calidad:
En “La derrota de la ciudad”, la mujer ostentosa, formal y chic frente
a su marido descubre que aquel no es el que la obligaba a fingir su
personalidad y feliz debe confesar que no es un caballero, sino un simple
hombre con la infancia encima.
En “La cuadratura del circulo” la violencia y la venganza giraban como
un juego, en torno a la circularidad del campo. La línea recta se deja para la
ciudad, que impide se siga desarrollando la inquina familiar y la forma lineal
permita la pacificación de los hombres.
“Febe”
es un chiste regular, sobre la mala suerte que de paso impide la liberación de
un pueblo de las “república banana”.
En “La emancipación de Billy” se muestran las costumbres que los
sureños quieren seguir detentando pese a ser los derrotados por la guerra. Y el
hijo debe seguir siendo el simple hijo del guerrero.
“Un
caso departamental” cuenta la difícil lealtad que sobrevive al cambio y el
jefe de la compañía asumiendo el papel de héroe, de jefe de seguros debe
propiciar la muerte del asegurado para beneficio de su amigo. Lo cual a todas
luces es al menos contrario a la ley y a lo verosímil.
En “La Rosa de Dixie” que parecía un buen ejercicio sobre el oficio
editorial nos sorprende al final con que es publicado el más poderoso, pese a
que la revista es de un grupo de sureños.
“Sin historia” es en apariencia la historia de una mujer que persiste
en buscar a aquel a quien ofreció su vida y no regresó por ella. Esta es una de
esas historias truculentas, que debía presentar para recibir a lo mejor sus
buenos dólares.
“El oro que brillaba” es la historia del colombiano que va en busca de los
fusiles para una revolución, como un negocio más, y allí no encuentra otra cosa
que estafadores, que siempre aspirarán a quedarse con el dinero, venga de donde
venga y con las falsas expectativas del rebelde que prefiere acomodarse, igual
que cualquier peculador.
“La
teoría y el perro” es una historia truculenta, donde el detective es el
maltratador de perros, más es quien captura al abusador de mujeres, que por lo
demás siempre ama los perros. Podría usarse en Colombia, pese a lo sofístico de
su enunciado.
“Los
panes de la bruja” Puede llegar a ser aquel dicho nacional, de que “una
cosa piensa el burro y otra quien lo enjalma”. Es historia un tanto forzada.
“La
duplicidad de Hargraves” me parece una de las mejores historias, sobre la
ilusa forma de creer que el sur lo sigue siendo luego de la guerra, pero el
arte sí se desarrolla.
“Octubre
y Junio” Un valeroso juego de palabras, para que el equívoco funcione,
porque a la guerra de Secesión se iba casado.
“Después
de veinte años” La cita imposible de dos amigos que pactan el encuentro
veinte años luego. Sirve para ser reconocido por la cicatriz. Es una imposible
historia que casi se hace fantástica aunque choca con la verosimilitud. Como
juego bien, a lo mejor funcione en la pequeña película sobre el mismo cuento.
“Amigos
de San Rosario” La lealtad de nuevo, frente a un amigo. Como que nos lleva
a creer la amistad frente a la obligación. Contar una larga historia para dar
tiempo a que se subsane el “descubierto”.
“Una
reforma bien remunerada” Es la historia del ladrón de cajas fuertes
retirado, que por amor debe usar su oficio para salvar la niña.
En fín, creo que el estudio de su
biografía fue nefasto para seguir conservando ese O´Henry de la “Habitación
amueblada”.
De todas formas es necesaria su
lectura, porque fuera de ser parte de la literatura norteamericana puede
indicarnos, cuales trucos no deben ser usados al momento de crear nuestra
pequeña historia ardiendo en los finales.
Marco Polo
Altillo de Villanova
Octubre 31 de 2017
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