Jon Fosse



 

Mañana y tarde

 

 

 

 

El tiempo, su sensación de inexistencia, de cortedad entre nacer y morir.

La insignificancia entre ser y no ser.

 

El dolor de la soledad del viejo pensionado, marinero pescador que no sabía nadar.

 

La aparente eternidad del diario resistir al fin. Un amanecer de náuseas y un inmediato anochecer sin su pareja. Lo más doloroso.

 

Volver a la transparencia desde la instrospección para pintar lo escaso de la vida: Una pesca diaria, ser esperado en casa, un café preparado por ella.

 

Ahora sin ella. Recurrir a su mejor amigo para recorrer la alegría desde dentro y poder ver de nuevo la cara de la desilusión tomar cuerpo de nuevo y desaparecer.

 

Hablar con el amigo muerto otra vez, el día de su muerte, y volver a los instantes de pequeña alegría para experimentar que todo es raro pero igual.

 

“Estar solo. El mejor consuelo es estar solo”

 

“No hay atardecer ni anochecer”

 

“Las personas desaparecen mientras que las cosas permanecen”

 

El tiempo es demasiado corto.

Lo bueno de ser rechazado por una mujer es encontrar otra de inmediato. 

La esposa, pero también de acuerdo a la vida, perderla en seguida para siempre.

 

Luego sentir frio para hacerse transparente hasta ser atravesado por su propia hija mientras grita para que lo escuche.

El mar, el cielo y las nubes son una misma cosa. Sin lugar, nombre, ni él ni yo.

 

“Todo lo que te gusta está allí, y todo lo que no te gusta no está”

 

El tiempo de la vida es tan corto como la de este personaje y éste libro, lo que lo hace en apariencia eterno es la poesía que contiene en escasas páginas, que tienden a la eternidad por lo sencillas.

 

Marco Polo 

28 de Noviembre de 2023.

Altillo de Vilanova.

Bogotá D.C.

 

 

 

 

 

 

 

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