F.Scott Fitzgerald
El gran Gastby
Un canto hermoso al frustrado pasado imposible de recrear.
Todos tuvimos de alguna manera ese sueño imposible, despedazado, que intentamos rearmar otra vez en el futuro.
Esa idea, esa creación, ese rostro femenino y hasta esa dulce virgen que huyó varias veces de nosotros, cuando intentamos rearmarla en el tiempo futuro, sabiendo que sería fallida.
En medio del romántico utópico, se seguirán cruzando estas historias de los poderosos, con la similitud espantosa de los miserables padeciendo el mismo apasionado mal. El desamor.
Queda la lucha fantasmal, oscura, de cómo llegó el poder económico a manos del insignificante personaje para poder comprar el deslumbramiento de su amada del pasado al ahora.
Lo que queda del fantasma que fue su pasado y lo que obtiene, es solo la tumba sin ninguno de los que corearon su poder y el murmullo con las notas del Jazz, marcando un hito en el tiempo, un tiempo decadente y fracturado por la caída económica y la reciente guerra.
Es revivir los personajes faranduleros, y de una clase que no es la clase del detentador de la fiesta. Tan similares a los poderosos de nuestros días en el poder.
Esas parejas de baile y lujuria de ebriedad y falsa alegría son los dueños del poder y la mentira, cubiertos de una falsa estela de niebla que rompe el sol para dejar despejado el camino de la vida con su cruda realidad de engaño y muerte.
Esa extraña amistad desinteresada del vecino, el que escribirá, es una inútil y exclusiva verdad, que se transformará en la única sensación de realidad.
Una novela sencilla y profunda, oscura y divertida donde se mezclan las clases que ejercen la misma pasión de los humanos: el engaño y el amor.
Marco Polo
Altillo de Vilanova
Bogotá D.C.
13 de Enero de 2020
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