Michael Ende



La historia interminable 
(O la atrevida entrada y salida del narrador-lector)




Debí recurrir al Michael Ende, el Bávaro hijo de pintor surrealista, para corroborar que todos los infantes viven las mismas historias y que si aquel Bastian de su novela debía ser poseedor de un Auryn, para poder hacer realidad todos sus deseos, nuestro Omar de la infancia, mientras jugábamos a  bandidos interestelares por la loma del chicora del pueblo, también había portado algo entre lo tecnológico y lo simplemente luminoso de la espada de Walker, para evitar o rechazar su propia posibilidad de morir, al recordarnos simplemente al momento de recibir nuestro impacto: “Tengo el reflector y por eso no muero”.

Si, porque los cuentos están contados con iguales recursos en todos los recovecos del mundo y el hecho de necesitar el mundo de fantasía, para procurar hacer salir nuestro héroe desde las páginas de un libro, nos habilitaban a rebuscar de nuevo las páginas del escritor quizá el mas fantasioso de los europeos, cuando ya está sistematizado  el más mínimo arquetipo de cualquier relato y como decía Borges, las metáforas son limitadas a cierta cantidad y nada mas y los relatos son siempre el mismo cuento con el agregado que le adicione el nuevo autor.

Y el urúboro de La historia interminable, nos muestra la fórmula que consiste en tener la palabra mágica desde el comienzo, pero la forma de conocer su utilización, debe irse desarrollando paso a paso, haciendo que la historia se alargue y se dé el regusto a suspenso, con cada pequeña aventura. 
Es la paciencia del escritor de novelas, que demora la solución para que el lector o Bastian en éste caso siga la lectura y pueda aportar la solución que más tarde será aclarada, en esa circularidad que parte de, y vuelve a su nombre. 
Así el escritor nos permite buscar la puerta de entrada de Bastian al libro, mucho después de trasegar por sus doscientas páginas, para que Bastian pueda al final pronunciar el nombre salvador, recurso por lo demás elemental.

Es la misma estrategia de novelas llevadas al cine, donde la aventura próxima se encabalga con la que viene y expande la duración de sus solución.

Para los que siempre hemos escrito cuentos, nos cuesta dejar la impulsividad de resolver el asunto cuanto antes, porque aún no dominamos la técnica de la paciencia de escritor de largo aliento para ser capaz de crear el suspenso que impida levantar de la hoja la mirada del lector.

Ahora bien, usar de la fantasía es tomar el recurso de cualquier creador, que aunque se apoye en la historia del recuerdo, no lo hace de igual manera que el aparente fantasioso exclusivo cuando de verdad, la realidad latinoamericana por ejemplo, necesariamente nos pega a la historia de la verdad que se nos escatimó del pensum y evitemos que la misma se vuelva la nada de fantasía.

Hermoso que al leer, sean los mismos héroes quienes escuchen al lector y deban convertirlo en su propio héroe dentro del libro leído. 
Por eso cuando Atreyu escuchó su grito, solo esperamos la solución de poder estimar la puerta de entrada al libro por parte del lector, para que aquel se haga personaje también.
Tan similar al caso de Mel Brooks haciéndose real y como vaquero saliendo de la pantalla por el centro del cine donde se proyecta la película.

Como decíamos el libro se hace circular, Bastian lo roba y al ir leyendo sus páginas se hace personaje también, el lector que acabará dentro de las propias páginas leídas, como, o a la inversa era nuestro interés para solucionar en algo lo que estábamos escribiendo, una forma mágica que procurara a nuestro héroe viajar por las páginas del libro y luego caminar en la ciudad sin tiempo, por cada uno de los sitios mencionados en la historia leída.

En el evento de éste libro, Bastián y el Auryn pueden ir creando lo que pueda desear y al mismo tiempo olvidando sus propios recuerdos, corriendo el riesgo de no regresar al lugar que originó la historia.
Volver a éste hermoso libro tenía esa urgencia. La de ubicar la puerta de entrar y salir de un libro y caminar de verdad por la propias frases.

Aquí el famoso viaje dentro de un libro con múltiples aventuras, logra salvar un mundo, una emperatriz, una sensación o sueño y siempre con un poder especial, ese “reflector” de nuestro mundo, impedía morir al portador para ir y regresar con dragones voladores o héroes infantiles y en su parte cumbre la contradicción del poder absoluto rompiendo el hechizo de la amistad.

Quise buscar el instante del ingreso mágico al libro por parte del lector y eso me costo volver a su lectura total, que proseguí y me prometí usar en algo su magia para contar en algo la historia que imagino, aunque tenga mas realidad que fantasía, cuando se trata de nuestro pueblo.
Promediando el final se hace latosa, le sobra algo y eso es tan notorio que del libro se hicieron dos películas y la primera solo llega hasta la mitad del libro. La segunda película, fue un fracaso.

Marco Polo
Altillo de Villanova
Bogotá D.C.
Diciembre 18 de 2019


Comentarios

Entradas populares