George Orwell

1984









Winston Smith en su overol azul, es una “cosa” mas de entre todos los obreros del partido externo del Grán Hermano, que en Oceanía, ahora conformada por Gran Bretaña y Estados Unidos mantiene una guerra permanente y a veces irreal, con el resto de los estados, únicos en el mundo: Eurasia y Esteasia.

Este obrero rumiando por años los sucesos de su oprobiosa vida, controlada vía video y casi al límite de la inanición, con carencias de lo más esencial, resuelve adquirir un cuaderno para elaborar un diario y contar a las nuevas generaciones los efectos del Ing Socing, el partido socialista inglés que ha reemplazado lo humano y que pretende ser eterno.

Su diario será el grito contra el Grán Hermano, la reafirmación de su individualismo, pese a entender que en caso de ser detectado, por un simple tic, su cuaderno y su contenido delatarán  su “crimental” que lo llevará a ser borrado, evaporado física como históricamente al contradecir las tres consignas del partido Interior:

LA GUERRA ES LA PAZ
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA

De entre las innovaciones, con que se ha venido sometiendo a la humanidad, por parte del Gran hermano, se encuentra la elaboración de la Neolengua, un diccionario para ir borrando de la vida y la mente de los sometidos, palabras que tengan que ver con la libertad, la igualdad y los derechos de los hombres.

Pero lo que es más perverso, la prohibición del ejercicio del instinto sexual, en agrupaciones femeninas de jóvenes de La liga antisexo, con niños que desde la tierna infancia también ejercen de espías para el partido, produciendo escisión en la familia al denunciar a sus propios padres. O reemplazando con el Insemart, en nueva lengua, las relaciones sexuales para procrear.

Nos cuenta Winston,  que su labor consiste en trabajar para el partido Externo, donde se encarga de borrar  el pasado de la historia, para enaltecer al Grán Hermano o para procurar su infalibilidad.

El pasado por tanto se reinventa para ser el futuro inmediato, porque el que maneja el pasado, maneja el presente y el futuro.
Quien se desvíe del Gran Hermano, será vaporizado.
Y cada una de las consignas tiene su fundamento en la vida práctica.
Así la guerra ficticia produce la paz entre las tres supuestas castas.
El partido Interno, el externo y los Proles, estos últimos a quienes se aplica la segunda consigna, con la tercera que tiene que ver con tenerlos en la absoluta ignorancia, excluidos como  siempre los han sido de cualquier posibilidad de poder. Porque los pobres jamás harán una revolución.

Para todos se aplica el “doblepiensa” una realidad imperfecta que nadie puede determinar.
Es el manejo de las dos verdades, una de las cuales es mas falsa que la otra. Porque nadie puede hablar de tener su realidad, cuando en verdad se puede poner en duda la real existencia del que piensa:

“Cada año habrá menos palabras y el rango de la conciencia será cada vez más pequeño”
“La ortodoxia  equivale a no pensar, a no tener la necesidad de pensar”

“Si queda alguna esperanza, está en los proles”

Nos afirma desesperanzado Winston.
Y concluye finalizando el primer libro:

La libertad consiste en poder decir que dos y dos son cuatro”


Su actitud desesperada, frente a su cuaderno de diario, se va mitigando un tanto al momento de descubrir a Julia, la joven del departamento de ficción, la del cabello negro, que finge caerse para deslizar un pequeño papel en su mano y luego leerlo en su pequeña oficina: Te quiero.

Las peripecias de la vigilancia, los obliga a crear unos intrincados caminos de comunicación. Para llegar a tener la primera cita y comenzar a pensar tan solo en el ejercicio del instinto y la fuerza para contradecir al Gran Hermano; considerados como corrupción serán los únicos elementos, que ejercitados por todos los camaradas llegarían a derruir el partido.
La relación es dolorosa, por lo incierta, un albur que casi no dejaba lugar a la esperanza. Ejercían el instinto para obtener en ellos la gran energía del amor, robándoselo al partido.
La aventura se incrementa con el alquiler de una habitación de propiedad de uno de los proles en una de sus barriadas y con ello se da cierta recuperación de la historia para los dos, en una canción que canta una “prole” con alegría desde el patio.

¿La conspiración es posible?

Al menos lo fue la evasión y la ejecución del amor en la nueva pareja. O esta aparente facilidad no es sospechosa o tramposa?
A Julia, como joven solo le importaba el presente. Poco le importaban la mentira de la historia o las nuevas generaciones y tampoco el futuro de su relación.

Entonces vienen los recuerdos de la madre y la infancia, que lo ubican como un ser egoísta en medio de la grotesca necesidad de comida y entiende que los únicos humanos son los “proles” y que lo único que poseían con Julia eran los sentimientos de los que no podían privarlos ni la tortura, pese a que era uno de los mandatos, estimularles la inutilidad de los sentimientos.

Luego de leer apartes del libro que le entregara O´brien, el del rebelde Golstein en apariencia, sobre la falsa realidad, son detenidos los dos confiados amantes, por el propio casero que torna a tener el rostro de un verdadero Policía del pensamiento.





Que gran lectura para nuestro momento histórico.

Porque implica la rebelión del hombre y su inteligencia individual al oprobioso autoritarismo o dictadura en ciernes, que puede estar rondando nuestras futuras elecciones, donde de un lado está el populismo de derecha y de otro el de izquierda empujando de todas maneras hacia los mas peligrosos fundamentalismos que debemos desechar para el futuro de la patria.

Ese GRAN HERMANO ya padecido en antecedente gobierno paramilitar.
O el aparente GRAN HERMANO de un supuesto socialismo de nuevo cuño, viciado, desprestigiado e inútil como lo ha venido probando el mundo desde la caída del muro de Berlín.

Un buen libro para entender cómo es posible que el lavado de cerebro, sea una practica ejercida desde la derecha y la izquierda coadyuvada por los aparentes medios virtuales que han venido haciendo creer a las gentes, que han recuperado su voz y que tienen posibilidades de ser escuchados, cuando en verdad son víctimas del borrado de la verdad, de la historia y de sus cerebros.

Marco Polo
Altillo de Villanova
Bogota

Febrero 14 de 2018

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