MARCEL PROUST
EL TIEMPO RECOBRADO
El
escritor ha contado la historia.
Muchos,
incluido André Gidé la despreciaron, o mejor, no la entendieron porque no
escribió en clave de moda, para luego, declarar su arrepentimiento. Desde el
título en adelante era un libro insólito, frente al recurrido concepto de lo
decimonónico. Largas frases e historias no traducidas a lo palpable, eran un
laberinto para los dueños de la verdad hacia los años veinte del siglo pasado.
Entonces dicen, esa escritura es soporífera y abandonan el texto porque es un
escrito muy largo. Pero no se detienen a pensar que es una nueva forma de
expresión por escrito. El autor casi filosofa sobre cada acto humano para llegar a su fondo real. Exige que
la novela discurra en una geografía diferente.
La interioridad de lo
humano.
En
su libro final, el autor desbarata su estilo para premiar, o explicar al lector
que llegó hasta aquí, que su libro completo se puede desmenuzar, ubicar por
partes, fuera de su mente ahora. Y nos da la apariencia de que ahora sí ocurren
cosas. Todo porque se ubica, en lugares geográficos reales, por los que camina.
Por fuera de su propio pensamiento, como está relatada la novela en sus mas de
tres mil páginas. Y comienza a explicar su obra, aún a quienes no la leyeron o
como premio por haber trasegado tantas páginas.
Ahora
todos deben inclinarse ante el entendimiento del libro.
Se palpa el país de la
guerra a través de sus amigos viciosos y snob, chic, frívolos, donde la
falencia de un croissant son la medida de la guerra. La declaración
de inútil, el pasa bordo a la cobardía. En ese París que no lograba
conmover a los falsos aristócratas de soiree, a los burgueses aún con el cielo
infestado de zepelines. El honor y
altura en cambio de un viejo “tante” que
pese a la edad va a la guerra, o de Charlus que aunque germanófilo sigue desarrollando sus vicios “invertidos”
llegando al sadomasoquismo. Y a las mujeres que también ejercen la “inversión” y es
común ser bisexual o permisivo. Y prosigue la radiografía para explicar a
Saint-Beuve al decir que la obra se explica por la vida del autor. La muerte
puede hacer aflorar la desconocida ternura del viril. Las apasionadas
separaciones de los “invertidos” hacer aflorar sus lealtades o sus venganzas.
Aquí despotrica contra los lugares comunes de la sociedad.
El
autor reelabora y aclara su vasta teoría
literaria.
Y sorprende con ubicaciones, con diálogos.
La felicidad que le
aportan ciertos sucesos a los sentidos, para traer el pasado al presente y borrarlo, (Sabor,
sonido de la campanilla, traspiés, música, traducido en madre, bosques,
Venecia, Balbec):
“Sólo se puede imaginar lo que está ausente”.
“Nada de estilo, había oído decir entonces,
nada de literatura: ¡Vida!”
“Porque todos aquellos que carecen del
sentido artístico, es decir, de la capacidad de someterse a la realidad interior, pueden estar
provistos de la facultad de razonar hasta el infinito sobre el arte”
“La idea de un arte popular, lo mismo que la de un arte patriótico, aun cuando no
hubiera sido peligrosa, me parecía ridícula”
“las novelas populares aburren tanto a la
gente del pueblo, como a los niños esos libros que se escriben para ellos.
Leyendo, se busca salir de sí, y los obreros sienten tanta curiosidad por los
príncipes como los príncipes por los obreros”
“ Una hora
no es solo una hora, es un vaso lleno de perfumes, de sonidos, de planes
y de climas. Lo que llamamos la realidad es cierta relación entre esas
sensaciones y esos recuerdos que nos rodean simultáneamente”
“… me daba cuenta de que ese libro esencial, el
único libro verdadero, un gran escritor no tiene, en el sentido corriente del
término, que inventarlo, puesto que ya existe en cada uno de nosotros, sino
traducirlo. El deber y la tarea de un escritor son los de un traductor”
“La verdadera vida, la vida al fin
descubierta y esclarecida, la única vida por lo tanto plenamente vivida, es la
literatura. Esa vida que, en un sentido, habita a cada instante en todos los
hombres no menos que en el artista. Pero ellos no la ven, porque no tratan de
esclarecerla”.
“Solo por el arte podemos salir de nosotros,
saber lo que ve otro de ese universo que no es el mismo que el nuestro y cuyos
paisajes nos resultarían tan desconocidos como los que puede haber en la luna.
Gracias al arte, en lugar de ver un solo mundo, el nuestro, lo vemos
multiplicarse, y a nuestra disposición tenemos tantos mundos como artistas
originales hay”.
“me había hecho percibir que la obra de arte
era el único medio de recobrar el Tiempo perdido, una nueva luz se hizo en mi.
Y comprendí que todos estos materiales de la obra literaria era mi vida pasada”.
“El literato envidia al pintor, le gustaría
tomar apuntes, notas, está perdido si lo hace. Pero cuando escribe, no hay un
solo gesto de sus personajes, un tic, un acento, que no haya sido aportado a su
inspiración por su memoria, no hay nombre de personaje inventando bajo el que
no pueda poner sesenta nombres de personajes vistos”.
“Un libro es un gran cementerio donde sobre la mayoría de las
tumbas ya no se pueden leer los nombres borrados”
“ tenía que resignarme a la idea d que hasta los seres que fueron
más queridos para el escritor no han hecho a fin de cuentas más que posar para
él como se posa para los pintores”
“Porque sólo la felicidad es saludable para el cuerpo, pero es el dolor
el que desarrolla las fuerzas del espíritu”
Proust
nos confiesa en el último capítulo de su novela que antes del último soirée, el escritor
descubre que escribirá sobre esos “ancianos” que van a su propio baile, donde
ya no son lo que eran sino “disfraces”, su discurso en torno a esto que vive
ahora, la envejecida clase, está entre lo cruel e irónico y Kafkiano de la
burla a la belleza y la decadencia social.
Los
viejos y sus despojos que servirán al escritor para hacer su libro.
Pero que no
le permitirán dejar de describir a los hombres como seres monstruosos dentro
del tiempo.
Marco
Polo
Altillo
de Villanova
Bogotá
D.C.
Abril
6 de 2.016
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