EL MONOLOGO DE MOLLY, EN "BLOOMSDAY".


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En el último  capítulo, el 18 de su novela "ULYSSES" de JAMES AGUSTINE JOYCE, nos muestra con maestría la conciencia de la mujer de comienzos de siglo. Esa que admitió su infidelidad, su necesidad de sentir verdadero placer sin ataduras, que hoy se atreve para bien o para mal, a equilibrar al hombre en los cargos, la que ha logrado que siempre se diga "ella" antes que él. La que abandonó sus hijos a la crianza de una nana que les enseñe rancheras, por escalar hasta la ejecución de la burocracia y dominar al varón y enjuiciarlo como lo hiciera en sus páginas con BLOOM, a costa de una teoría feminista, esa que transita con nosotros por las mismas páginas de la creación y la misma que por siempre nos da su ternura para compartir el placer,  y que fuera comprendida por el poeta de hoy, por el Joyce de ayer. Ella expresa aquí sus primeras frases de inconformidad con el varón del siglo veinte, en sus primeras décadas, pretendiendo confesar sus veleidades al marido.




Este monólogo fue editado de la película ULYSSES de Joseph Strick. Una versión tildada de muy literal por muchos, que entendemos no quería separarse de ese torbellino que es la palabra en la novela, tan comentada y tan escasamente leída. Porque fueron sus propios amigos íntimos quienes debieron intervenir para que lectores como nosotros pudiéramos llegar a sus páginas con la sensación de haber comprendido su "juego". La película no se pudo proyectar en Irlanda hasta el año 2.000 siendo editada en 1.967 en inglés. Hacia el año 2005 pude conseguirla en DVD y luego pude agregarle los subtítulos en español, para  disfrutar de otra manera todo lo intrincado de ese libro que nos empujó a seguir en la brega de las letras. Hoy me atrevo a ponerla a consideración de ustedes, para estimular a descubrir a Joyce desde sus propias páginas, porque ayer fue el “BLOOMSDAY”, conmemoración  del 16 de Junio de 1905, día en que el escritor tuvo la primera cita con NORA BERNACLE su esposa y que se sigue celebrando en Dublín. A lo mejor seguirá siendo prohibido en la conciencia nacional.
De igual manera la versión "BLOOM" de Sean Walsh más fresca, mas interpretativa, vigorosa y a color realizada en 2.044 que nos acerca de nuevo a las calles de Dublín, proyectadas en mi nuevo periplo y a la encarnación de los mismos personajes que siguen lacerando la inteligencia.



Al efecto, recomiendo además, la novela "DUBLINESCA" de Enrique Vila-Matas, que nos lleva por los caminos de la celebración de la fecha, y nos desarrolla un inteligente tema del libro entre lo virtual y lo apocalíptico del fin de la era Gutembert.

Marco Polo.

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