Temps era temps de Winston Morales.

Lectura en vacaciones


Como extraño ejercicio con el libro 
he desplegado sus alas en el mundo de olores
y sabores y puntadas que cortan el color
mientras se elabora un desayuno 
entre tres, en un resort.

La música que ya fue tiempo en Borges,
se fue oscureciendo hasta la lux del poeta,
la presentida muerte caló el fondo de la hoguera
sorda de los escuchas. 

Mientras el rumor de mi voz profetizaba 
que el Temps era Temps en dónde se jugara
a escuchar el filoso grito del amigo poeta . 

Gil y Lis escucharon la primera melodía que salió del libro azul 
y elaboraron frases con los ingredientes . 

La otra lectura será en la soledad de mi memoria.


Esas primeras impresiones sobre un libro, leídas en voz alta para otras dos personas pueden ser simplemente el gusto por la música de la palabra. Pero es probable que aún para el profano, los versos desgajados, sin la etiqueta de la impostación, penetren la hondura que porta la palabra y nos devuelva con el sonido la profundidad presentida.

La del académico que vuelve a rezar la oración de su música:








"Siempre en busca de la luz que alumbra desenmascarando el engaño, la mentira, la traición, la hipocresía; siempre alerta a lo que todavía podría salvarnos del precipicio donde la injusticia de la muerte nos quiere llevar, el poeta se sumerge en la apoteosis de la gloria, confrontando aquella muerte como uno de los aspectos de la vida misma al sentir que su propio ser está fuertemente "Conectado con el impulso de las estrellas". "

https://www.youtube.com/watch?v=HJwNOv3eEi0&feature=c4-overview&list=UUYU13W6k5JkmWlz66ZujP5A










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