DON DeLILLO
El ángel Esmeralda
Hacia
algún tiempo que no leía un libro de cuentos totalmente diverso.
Con
sueños o pesadillas lúcidas y ese extraño terror de que está hecho ese narrador
que al atreverse a pensar, cuenta historias que ve fuera de si, pero que
simplemente hala de su interior.
Este
faulkneriano de De Lillo, hermético pero fluido como una adivinanza, nos reta a
sus profundidades guiándonos con su palabra magistral, hacia el centro oscuro
de lo humano. Sin facilismos. Con la concesión única de la precisión o de una
extraña poética, usando el símbolo o la necesidad frente a la soledad humana.
Para unir por el exterior páginas con hombres. Apartes de la historia de terror
en obligada invitación a irrumpir intimidades de quien no lo desea. O mostrarnos
con certera poética, la belleza de la destrucción de lo único brillante del
Bronx. Terrores profundos, o supuestos a flor de piel. Insondables como un
terremoto mitigado por la imagen de Hermes. O la visión testimonial inocua de
quien corre alrededor de un crimen. Con la carencia de “momentos humanos” para
volver a lo esencial, lejos de lo bélico. Con el presupuesto de viajar, para
encontrar lo nuevo a partir de una mujer que no puede salir de su propia isla.
El misterio humano, encuentra en sus páginas la palabra perfecta para cantar
oscuridades poéticas.
Son
nueve historias que en ascenso cronológico nos trae su trabajo desde1979, hasta
nuestros días, de las que pudimos ir glosando una escasa línea para iluminarnos
con la voz del narrador así:
CREACION
¿Viajamos
para crear? Un viaje siempre aporta la sorpresa de lo nuevo. La creación segura
de otras personas y mundos. Somos en el viaje dioses pequeños dibujando en
servilletas un nuevo rostro. Pero antes vencimos el terror de salir de nuestra
zona de confort. Eso es viajar.
MOMENTOS
HUMANOS DE LA TERCERA GUERRA MUNDIAL
Desde
arriba “los momentos humanos” son profundos ante la inminencia de obturar un botón y destruir.
Lo
elemental humano y su probable pérdida por la guerra puede ser el pequeño terror
de ésta historia.
“La
guerra nos dice que es locura creer”
Con
la guerra nadie pensará en la
existencia de otras vidas probables.
EL
CORREDOR
El
testigo de un crimen es tan improbable como un corredor, que va delatando con
su escaso video las escenas equivocas o reales de un crimen.
LA
ACROBATA DE MARFIL
El
terror de los temblores. Tan visceral y humano.
Es
magistral la forma como narra el suceso natural. Como el ser humano va siendo
penetrado de vulnerabilidad. Y como un signo, una estatuilla convierte y da
fortaleza la personaje como un tótem.
EL
ANGEL ESMERALDA
Ver
por los ojos de unas monjas esa deshumanización de los que fueron hombres.
Seres con vida aún y penetrar al terror de la oscuridad muchas veces escondida de
los norteamericanos en el corazón mismo de Nueva York.
¿Qué
es lo real de estos seres, señalados por los turistas como sub reales?
Ellos
son los sub reales, grita una de las monjas.
Luego
aparecerá Esmeralda que no llega a ser un ángel para los medios, pero que es
utilizada desde el infierno para hacerla propaganda, rating, suvenir. Estuve
allí en ese pequeño horror moderno, por obra de De Lillo, en su Bronx.
BAADER-MEINHOF
Una
relación que no fue. ¿Qué será?
Las
pinturas de los militantes del Ejército
Rojo alemán, sirven para el preludio de
un encuentro de una pareja. La inercia
los lleva hasta la habitación de la mujer. Pero ella no deseaba amistad. Menos
sexo. Tan solo quería interpretar el terror de los cuadros. No rifarse.
MEDIANOCHE
EN DOSTOIESVKI
Un
profesor y un hombre de abrigo
discutible, se unen en la mente curiosa de los estudiantes de lógica para ser
recreados y unidos en las páginas de un escritor.
LA
HOZ Y EL MARTILLO
Una
historia sobre el capitalismo, que es
cortada irónicamente con el título y macerada con la otra parte del símbolo.
Pero es la palabra humana la que otorga
sentido. En una prisión para delincuentes de la bolsa, la velocidad del dinero y el crimen van tan
rápido como los vehículos por la autopista.
LA
HAMBRIENTA
El
cine para mí era, era una forma lumínica de cielo. De escape en los años 70.
Es
una historia humana que gira alrededor del cine. Para Leo, el cine fue superior
o parte absoluta de su vida. Y realizaba reseñas de cada una de ellas para no
olvidar. Lo que luego ocurre.
“La
películas son sueños despiertos”
La
necesidad une en el sexo melancólico a la pareja. Por el mínimo sustento. Pero
el cine es la vitalidad de Leo. Por él busca, sigue a una mujer como un poseso.
Su soledad gritando.
“La
existencia humana entera es un efecto óptico”
Y va
tras la mujer anoréxica que a lo mejor es la que fuera luego su esposa, diluida
al cerrar el ojo.
Marco
Polo
Altillo
de Villanova
Bogotá
D.C.
Marzo
3 de 2017
Comentarios
Publicar un comentario