¿PUBLICAR? SIN EDITOR. SIN LECTORES.
LA FARSA EDITORIAL
COLOMBIANA
“Uno debe escribir, corregir, editar y
publicar su obra y luego presentarla, para al final, regalarla a los amigos quienes luego de un tiempo sin
leerla, quieren que uno se la explique”
B.S.S.
"La industria editorial frente al autor", viene siendo
inexistente en relación con los Autores.
Es la conclusión que expresé a un bloguero que deseaba mi
opinión a su pregunta.
En primer lugar, porque no existe animo de inversión dirigida
a “los nuevos escritores” que vienen escribiendo hace muchos años.
Es decir, una editorial puede, si tiene derechos, proceder a
“editar” únicamente escritores reconocidos universalmente, pero no nuevos. Lo
cual significa, que los únicos que tienen cabida en las editoriales nacionales
para que sean publicados son los escritores ya conocidos que venden sin necesidad de promoción alguna.
El escritor colombiano NO TIENE EDITOR.
El escritor sin tal espectro, debe por su cuenta editar su
obra, o PAGAR al supuesto editor por la impresión de su libro, para que aquel
figure en la portada como el EDITOR, pero sin invertir un solo centavo. Es una
vil labor de librero, que no llega siquiera a la de vendedor del libro, que
debe asumir el mismo escritor.
Es decir debe rumiar su obra durante muchos años, luego
sentarse a escribirla, corregirla y pagarle al editor para que reciba el dinero
por la impresión(De la que se lucra frente al modesto negocio del propietario
de la imprenta) pero sin siquiera asumir la DISTRIBUCION de la obra, que también
corre por cuenta del autor. Por si fuera poco, es el autor quien debe presentar
su obra en los sitios o ciudades que estime y procurar en tales
“presentaciones” ante los amigos que logre convocar, la venta de la obra,
porque las instituciones gubernamentales, no adquieren ejemplares de los nuevos
libros, sino son de los “amigotes” políticos. Entonces cuales pueden ser las
relaciones de los editores y los autores? Una farsa, para que el “librero” sea
el único ganador de dinero.
Ahora bien, con las editoriales Internacionales, casi en
retirada. Ocurre algo similar, pero al menos mediante un contrato, donde se
pagan los derechos al ESCRITOR, de forma velada. Es decir lo someten a un
concurso, cuando pertenece a la editorial y supuestamente, lo hacen ganador de
un PREMIO LITERARIO falso, que se corresponde a derechos de autor, teniendo el
escritor que comprometerse a TRABAJAR para la editorial, hasta el último
centavo, viajando internacionalmente hasta recuperar y procurar las ganancias de la editorial. Es
decir debe escribir y promocionar su obra por el dinero pagado.
Ya no existen las editoriales que buscan creadores y genios.
Solo admiten para publicar a quien ya vende. El resto son
trampas y negocios que al final solo benefician al librero. Al vendedor del
libro, cuando lo hace al por mayor, o al distribuidor.
En caso, que el escritor logre conseguir un DISTRIBUIDOR,
debe pagar a éste un NOVENTA POR CIENTO
del valor de la obra y tan solo recibir por concepto del libro un escaso 10%
como si el distribuidor y los libreros fueran los verdaderos autores.
Pero lo que es peor. Si se es un escritor independiente que
pagó por la publicación de su obra y no tiene un distribuidor que se encargue
de esquilmarlo, las LIBRERIAS nacionales, no recibirán su libro a ningún
titulo. O debe el escritor crear UNA EMPRESA para responder a la librería, las
condiciones que se le ocurran, entre las que se encuentra el porcentaje que
aquellos cobran como si fueran autores.
En conclusión, no existe relación alguna entre las EDITORIALES
Y EL AUTOR, solo una farsa, para sostener un negocio sucio de los libreros, que
se ganan todo lo que produce un escritor.
En caso contrario, el escritor sin Editorial, sin
Distribuidor, sin Librería debe proceder por su cuenta a CARGAR las cajas con sus
libros y venderlos de mano en mano, o donarlos a Bibliotecas públicas, o
feriarlos a los que logre convocar a las presentaciones. En tales condiciones
el AUTOR de libros en Colombia, no solo debe preparar su obra y pagar por su
publicación de su bolsillo, sino invertir en cualquier tipo de campaña
publicitaria, según sus capacidades para vender unos mil ejemplares, en un
termino de tres a cinco años. Pero sus libros no estarán en dos de las amañadas
Librerias, ni la “Nacional” ni la “Panamericana” que solo entienden el negocio de su bolsillo y posan de adalides de
la cultura, siendo unos simples mercachifles.
La librería LERNER con letras de oro, es la única en Bogotá,
que recibe directamente las obras de cualquier escritor, conocido o no, y claro
algunas librerías independientes, que sirven al escritor que llevan por dentro.
Si la obra es buena y otros escritores llegan a leerla, se producen las reseñas
que van ubicando el libro en un sitial especial, a la espera de la ferocidad de
una editorial, que quiera tener los derechos del que vende para enriquecerse
mediante sus contratos leoninos.
Los derechos de autor, solamente se registran pero no
producen a favor del escritor ningún tipo de estipendio.
Marco Polo.
Altillo de Villanova
Bogotá D.C.
Julio 27 de 2016.
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