Recomendado para el 31 de Octubre:
Frankenstein se hace niño con
una aventura de papel
Siempre
estimé la necesidad lúdica de un libro. Por encima de su pragmático objeto.
Ese
gusto logré discernirlo para éste libro, a partir de un separador que me obsequiaran
y que correspondía a una editorial española.
El
titulo me fue llamativo, porque entrañaba un juego.
Pero
la ilustración y la profunda sensación de placer en el rostro de un monstruo
que lee el libro del Quijote, tenía
consonancia con el título y los dos me llevaron a sus páginas.
De
Santiago Posteguillo, un escritor Valenciano, había visto densos libros de
novela histórica y por eso resolví incursionar en su narrativa.
Que
bella sorpresa.
Si
Fielding comparó con un banquete la novela, debo decir que el primer plato es
simplemente delicioso.
El
plato fuerte es ni mas ni menos que el cuento de todos los cuentos en que el autor
ha convertido la reseña de algunos libros y sus autores.
Eso
nos aclara de una vez, que el autor no se va por las ramas sino que asegura de
entrada que éste libro no es una
aventura, un atrevimiento, sino la certeza de que el CUENTO en mayúsculas, es
lo que importa de la historia universal de la literatura.
A
éstas alturas ya somos cómplices del autor y participamos de su juego.
Y
vamos con él en su aventura libresca, donde casi todos los finales de sus
cuentos iniciales son una fiesta.
Hace
parecer la historia ínsita en cada libro como si fuera un añadido de su
inventiva:
El
libro que burló el “Index librorum…”,
las dudas sobre la verdadera autoría de libros conocidos, el verso para un
discurso, hay escritores criminales?, o el sólo imaginar el título de éste
libro, no nos pinta sino la maestría en el oficio.
Su
conocimiento de la historia de la literatura puebla de fantasía la reseña y
vuelve a contar una nueva historia de la historia que es el libro, se nota la
alegría del autor, la voz del conocedor y trasmisor oral de cada historia, su
sencillez hace untuosa de poesía cada cuento que no simples artículos, unidos
por la magia de la ilustración de igual factura, sencilla pero divertida que
une en un todo cada trozo de historia
como un mundillo novelesco que es ese personaje central de papel, para
clarificar que el libro virtual no vencerá al papel, simplemente porque lo que
trae el libro verdadero es el cuento y éste puede ser teatro, voz de cuentero o
narración oral de abuelo que nunca perecerá, porque es el comienzo y el fin.
La
sonrisa de Frankenstein leyendo, de nuevo, lo vuelve a dotar de vida.
De
esa vida que cada lector adquiere al jugar con un autor y contar con él otra
historia, otro cuento que es el mismo y eterno.
Marco
Polo
Altillo
de Villanova
Bogota
D.C.
Octubre 28 de 2014
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