EN EL DOCE UN CHINO.
MO YAN.
Pasando
a la segunda década del siglo XXI, la
Academia Sueca del Premio Nobel de literatura ha escogido escritores
disímiles en su ideología, historia y geografía como si los postulados con que
siempre resultara premiado algún autor no apuntaran siempre en la misma
dirección.
El
año pasado se trató de MO YAN, el pseudónimo de
Guan Moye que significa “no hables” que nos resulta atractivo a la
curiosidad cuanto hace mas de veintitrés años estaba en boga la doctrina y el
librito rojo de Mao.
En
esa dirección buscamos sus páginas para
intentar corroborar recelosos lo que dicen los editores, al tratar de meter por
los ojos, libros laureados de Nobel, que muchas veces, y por años desechamos,
aburridos del tufillo político alrededor del personaje escritor. Deseando
encontrar actualidad que nos refresque el presente Chino, nos sumergimos sin dificultad en uno
de los primero textos promocionales que llegaron a nuestras manos. Sobre todo
cuando la propaganda es que se trata del Faulkner Chino con visos de realismo
mágico.
La
novela corta, o el cuento largo CAMBIOS.
Por
supuesto que deseamos saber de los personajes anónimos en esos millares de
habitantes del país mas denso de la tierra y conocer que ocurrió con el escritor en la Revolución Cultural,
porque su biografía habla de haber abandonado la escuela a los doce años en
pleno desarrollo de aquella, para trabajar en el campo y luego en una fábrica,
habiendo nacido en 1955 en Gaomi.
Hizo
parte del ejército Popular de Liberación y se dedicó a la literatura. Es decir
a escribir hasta lograr publicar tan solo en 1981.
El
12 de Octubre de 2.012 se le concedió el Nobel por su obra:
DENSA
LLUVIA EN LA NOCHE PRIMAVERAL, SORGO
ROJO que fuera llevada al cine por Zhang Yimou y de la que traemos el link, LAS
BALADAS DEL AJO, LA REPUBLICA DEL VINO,GRANDES PECHOS AMPLIAS CADERAS como lo
voluminoso del libro, LA VIDA Y MUERTE
ME ESTAN DESGASTANDO y RANA.
La
reseña que siempre escribo en el mismo libro, una vez lo he leído, dice sobre la novela CAMBIOS, lo siguiente:
40
años contados sin mayores detalles.
Esos,
a lo sumo serían: Una boca grande, una mujer, un pilluelo, un niño pobre y un
viejo vehículo.
Si
la vida en esa China de esos años fue así de fugaz, es a lo mejor por la
necesidad de ubicación en esa sociedad cambiante, que impedía a sus millones de
gentes permanecer y vivir una vida. “Para un árbol , cambiar de sitio es la
muerte; para un hombre, cambiar de sitio es la vida”
La
vida narrada aquí sólo son escalones,
puestos, pequeñas corruptelas para un pequeño ascenso.
El
partido es el dueño y la realidad económica al morir Mao muere también en su
tozudez y freno.
Es
una dolorosa sociedad en la que al igual que cualquiera, el hombre puede vencer
sólo. Como si el individualismo no se hubiera pretendido desterrar.
Débil
y señalado por pobre el escritor narra su suerte.
Pero
a diferencia de nuestros pueblos. El creador, el soñador, el poeta, el escritor
con una sola de sus historias puede ascender y elevarse a la fama. Eso ocurre a
MO YAN porque su historia nos remite a su autobiografía que comienza a ser narrada
desde los años 69 en primera persona.
Es
extraño pero no sólo el díscolo puede llegar a la riqueza.
Y
así lo hace el pobre escritor, que se supera en cada lugar donde le corresponde
laborar, como si en verdad se hubiera aplicado algún principio de la Revolución
Cultural que se me ocurre podía ser aquello de “Que se abran cien flores” que por ninguna parte aparece para
colaborar en el desarrollo del humilde escritor, porque el ingreso a la
Universidad también era por recomendación sellada, de un campesino pobre, de un
militar de rango y la muerte de Mao mas bien contribuyó al desarrollo de, o se
entraba al partido o se hacía conductor o escritor y para eso era necesario el
tesón, y sus vigilias frente a los libros que le van procurando herramientas
para poder escribir su primera historia.
Entonces
pareciera que no sólo existió por la época el sueño americano, sino que China fue
para éste escritor ese mundo soñado donde pudo surgir y con Sorgo Rojo ganar su primer millón de
Yuanes. Como si estuviera señalando a nuestros países donde estamos condenados
a la anonimia de nuestros versos, de nuestros cuentos irredentos y sin
lectores, pero no porque no escribamos o no tengamos calidad sino porque no
existen los medios ni los lectores y sí la
exclusión absoluta de parte de las grandes editoriales voraces, que a
dentelladas metálicas ocultan a diario los talentos.
“Cambios”,
es el oportunismo de un escritor en China, que difícilmente existe en nuestro medio.
Marco
Polo. V-23-2013.
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