Jon Fosse

Trilogía

 

En tres cuadros el dramaturgo ganador del nobel, nos lleva por esos caminos de una pareja de jóvenes donde lo narrado es lo que el autor puede escuchar de su propia melodía sintonizada en un mundo que también es cruel en esa parte del mundo que creemos civilizada pero a la vez es tan yerta.

 

“Abraza a Alida contra su cuerpo y desaparecen el uno dentro del otro y solo se oye un viento suave en los árboles y han desaparecido y se avergüenzan y matan y hablan  y ya no piensan”

 

Porque la pareja de jóvenes solo se tienen mutuamente y nada del mundo les pertenece, cuando tan solo es la música las que los enlaza para siempre:

 

“Alida ve a Asle coger el violín y ella lo escucha y oye la canción de su propio pasado, y oye la canción de su propio futuro”

 

Es la música, oficio heredado como un sino relacionado con el dolor de la pobreza:

 

“El dolor podía aliviarse y transformarse en vuelo”

 

“El destino del músico es una desgracia”

“Lo único que tenía eran el violín y así mismo, además del maldito destino del músico”

“Se sienta en el taburete y se coloca el violín sobre las rodillas y acaricia las cuerdas y lo afina un poco y por fin lo lleva al hombro y empieza a tocar y no suena mal, así que sigue tocando y la gente empieza a bailar y él sigue tocando y se esfuerza y no piensa rendirse, va a seguir, va a espantar el tozudo dolor”

 

Unida la pareja mediante la música, conciben al pequeño y así concluye la primera parte de éste cuento luminoso escuchado desde las notas musicales y ubicado en cualquier lugar y tiempo que el escritor estima, se trata de una vigilia.

 

En la vigilia que no es algo real, se escapan y buscan donde vivir. 

En los sueños de Olav, es un asesino que mató a una pareja, robó su barca y huye para ser encontrado por el viejo y colgado. Tampoco es real ni una cosa ni otra, aunque haya muerto colgado en medio de una multitud, donde la única que lo redime y lo hace un vuelo es Alida.

Son dos representaciones, dos actos de una obra de teatro, donde sentimos la huida y perdida de la libertad. 

¿Los dos actos son sólo teatro?

¿Y un crío?

Puede ser tan miserable la vida. 

¿Y el teatro ser sólo una vigilia y una pesadilla?

Cruel.

En un acto son Asle y Alida. 

En el sueño Olav y Asta.

Al final con la muerte son los originales de la vigilia. Que cambian el arte por una fantasía. Cuando podrían vivir del violín, no de una pulsera.

 

Una verdadera historia de amor que es capaz de trascender la muerte. Como la esperanza mas cierta que la fe, dando muestras de que la vida participa del amor de los muertos que vienen a acompañar y están allí para evitar la desolación de la soledad.

Alida y Asle se reencuentran en el mar para desaparecer unidos.

 

No se de quien es el desaliento, porque este capítulo es el colofón de la tristeza y la miseria de la soledad de una mujer, que ve a su compañero muerto, quien la ofrenda con regalo y consejo, haciendo que enrute su vida y solucione la del pequeño con la ayuda de Asleik que aunque es otro esposo, es quien proveyó de la ayuda inmediata luego de su ahorcamiento, (El de Asle) y oculto o no su crimen, pudo llegar y procurar el vuelo de amor en Alida, en el cielo, el mar y en la pulsera que es el signo de su matrimonio eterno, el triunfo del amor sobre la muerte.

 

Marco Polo

8 Enero de 2024.

Altillo de Vilanova.

Bogotá.