IRENE VALLEJO


 

El infinito en un junco

 

Mi último comic




 

De mis primeros recuerdos de infancia surgirán por siempre los comics. 

 

Esas revistas editadas en México en donde aprendí a leer de corrido y silente, en esa hermosa época cuando debíamos pagar para leer, que era el ejercicio de ir tras la palabra contenida en globitos para cada uno de los personajes y grabando colores, movimientos y arte total que nos estimulaban a viajar dentro del papel o a realizar algunas de las proezas que vivíamos desde la gráficas, hasta acercarnos a la editorial Novaro, a pedir la capa del mayor héroe o solicitar un curso de dibujo a distancia para intentar emular ese hermoso mundo fantasioso de papel tan vívido y tan cercano a nuestras manos.

 

Luego nuestro ánimo de coleccionista, al asumir los arrumes de comics que llamábamos “cuentos” y su intercambio, nos hizo desarrollar cierto espíritu de comerciante que nos permitió llegar a aportar algo económico a la vida cotidiana un tanto desamparada. 

Era el mismo asombro de Irene Vallejo en su infancia cuando leía las mismas revistas, solo que en mi caso los llegué a coleccionar.

 

Ahora en pleno siglo XXI, no pude reprimir mi deseo de adquirir su tesis, la de Irene Vallejo en 183 páginas ilustradas, en el mayor tebeo, como dicen los españoles de “El infinito en un junco” que para mi es mi último comic.

 

El ultimo cuento realizado con la ayuda del dibujante Tyto Alba, para volver a emprender el viaje a las eternidades del libro, ese artefacto inmejorable, tan perfecto frente a cualquier tecnología, que en estos finales de año cuando se comercia con el espíritu navideño, vuelve a darnos el impulso para jugar otra vez con el tiempo y releer con dibujos una que otra frase que ya no va en el nuevo texto como si presenciáramos otra vez el nacimiento de la  multimedia.

 

Un libro que casi nos corta la palabra, porque es un todo en alegrías y asombros en cada página, porque al menos nos ha remitido a una obra que leímos o a una consideración histórica o temporal, filosófica o la más elemental idea al momento de recordarnos una lectura o una frase que intentamos escribir como si fuera la novela de los libros totales.

 

“La historia real y documentada que voy descubriendo me parece tan asombrosa, que invade mis sueños y cobra,  sin yo quererlo, la forma de un relato”.

Es el libro de los libros, la biblia de una humilde y joven mujer que según escuché de sus labios, escribió para desarrollar un tanto las ideas de su tesis de filología y renunciar a otras presunciones, pero que incluye hasta sus películas preferidas, todo venido de Grecia y Alejandría.

 

“Homero está envuelto en el misterio. Es un nombre sin biografía, o tal vez el mote de un poeta ciego: “Homero se puede traducir como el que no ve

 

Cuando los hechos se convierten en leyenda hay que imprimir la leyenda

 

Cuando los ancianos recitaban junto al fuego los viejos cuentos de sus ancestros y las hazañas de sus héroes. La poesía estaba socializada, era de todos y no pertenecía a nadie en concreto”

 

“En tiempo de palabras aladas, la literatura era un arte efímero”

 

“Después del alfabeto, nada volvió a ser igual”

 

Todos los paraísos son así, humildes y transitorios

 

Había que esperar hasta la invención de la escritura y de los libros para que algunos escritores empezasen a hablar con la voz de los díscolos, los rebeldes, los humillados y ofendidos, las mujeres silenciadas y o los apaleados y feos Tersites” 

 

Hermoso libro sobre la historia de la primera forma de un libro y las siguientes que fueron surgiendo con el tiempo y los recursos de la eternidad del conocimiento.

 

Lo humano de la historia pegada al papiro, al pergamino, a los rollos, a las tablillas de cerámica y al papel como el sueño total de la evolución del mejor artefacto que inventó el hombre.

 

La historia universal cocida a cada una de las hojas que pasamos, para recordar, acariciar y volver a vivir las oscuridades del olvido reciente que renace.

 

El hálito humano que se repite en cada par de ojos que vuelven alma la palabra y dan figura al ensueño.

 

Un honrada mujer que pasea con el lector sus búsquedas y escondrijos secretos.

 

 

La prosa se convirtió en el vehículo de un sorprendente universo de hechos y teorías”

Magia que revive en cada frase nuestra vida, nuestro futuro que crea el pasado, la idea de ir contando con la autora nuestro propio libro en la memoria.

 

Los dos polos del poder universal. Uno que crea al otro y se reproduce.

 

Las pautas para regresar a la alegría escondida, que limpia el polvo de la visión y la garganta.

 

El libro de todos nuestros libros, elaborado con la tibia tinta del recuento y el atrevimiento, y de la pequeñez que nos permite crecer al infinito.

 

El cuento del primer contador de historias y el último fabulador que impide la oscuridad de la muerte o el miedo al oído del mismo niño que se adormece con la voz materna.

 

Aquellos artistas caminantes, los andrajosos enviados de las musas, sabios bohemios que explicaban el mundo en canciones, mitad enciclopedistas y mitad bufones, son los antepasados de los escritores” 

 

“Bob Dylan. Un Nobel para la oralidad. Qué antiguo puede llegar a ser el futuro

 

Hesíodo y Tersites: el germen de lo que hoy llamamos autoficción

En la obra del primero, “Los trabajos y los días” en primera persona, inicia las poesía social, siendo una ácida protesta, contra la clase poderosa y los jueces sin justicia, hasta el punto de que sus insultos llegarán a ser texto escolar.

 

Está llena de todos los saberes y experticias alrededor del libro. Que ni la anécdota de Eróstrato se queda fuera, y que sirve para nuestra actualidad, donde siguiendo ejemplos elementales ciertos poetas, o escritores, que cual Arturo Cova, lo único que desearían es ser famosos como si no existiera mas bien Hollywood para ello, como decía un gringo. 

Eróstrato para serlo, debió quemar el templo de Artemisa. Famoso a cualquier precio.

 

O volviendo a nuestros lares:

Aristófanes de Bizancio delató un concurso amañado de poesía.

 

Esta anécdota, relatada por Vitruvio, demuestra que el plagio y los escándalos son tan antiguos como los propios concursos literarios tal vez por eso llamemos “fallos a las decisiones de los jurados_”

 

Es la novela de la pagina. 

Del libro.

 

Y por tanto de nuevo recorriendo un tercio de sus páginas, en éstas palabras, ahora dibujadas como un comic, me parece que es mi llamado a leer a fondo éste libro, buscar sus alusivas películas y citas en una obligación para tanto poeta y escritor que escribe cada segundo un nuevo libro.

 

Marco Polo

25-XI-2021-14 XII-2023

Altillo de Vilanova- Cálida terraza.

Bogotá- Neiva

 

 

 

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