INES ANDREA ORDOÑEZ MIRANDA

 

ARMAS DE JUEGO, LEÍDO EN NICARAGUA.

 

(Vía Email me llegó esta nota)






  

 

Señor Marco Polo:

 

He leído finalmente su libro. Tardé bastante en hacerlo (lo comencé y terminé en enero de este año), pero creo que usted como lector comprenderá este fenómeno tan común de postergar la lectura de un libro porque queremos captar todo detalle.

Debería primero revelarle quién soy: No sé si lo recuerda, pero nos conocimos en la feria del libro de Bogotá del año 2019, mientras hacíamos fila para la firma de libros de Santiago Posteguillo. Soy la nicaragüense que estaba justo detrás suyo en dicha fila. Usted fue muy amable conmigo al obsequiarme su obra.

En fin, cabe mencionar que, antes de mí, lo leyó mi tía, que es socióloga y me ha dado su propia perspectiva de los eventos del libro. También se lo he prestado a mi abuela materna, mi mamá y a una amiga. Todos se refieren a usted como "el señor buena gente de Colombia". 

Sepa que su libro se ha leído aquí.

Su obra me ha hecho aprender bastante: Para empezar, no conocía siquiera lo que era un tacuini y me encantó cómo se usó en la obra hasta el final. Irónicamente, el italiano es mi tercera lengua, pero no reconocía el significado de la palabra cuando la leía, mucho menos la trascendencia que tendría en la historia.

Además, me di cuenta de un montón de similitudes entre la cultura descrita en el libro y la mía. Aquí en Nicaragua también comemos "fritanga", por ejemplo, aunque es distinta a la colombiana. También me enseñó lo que es la semana cultural, algo que no tenemos en mi país.

Por otra parte, admito que estaba un poco perdida al leer las primeras páginas y que incluso no estaba disfrutando la lectura por mi propia frustración, pero al llegar a la parte de La Pola, comprendí que simplemente su estilo de escritura es distinto: es impredecible, espontáneo, alude directamente al lector y pasa de lo coloquial a lo retórico y poético. Le aplaudo esa audacia. Me terminé acostumbrando, como le digo, con la primera mención de La Pola y desde ese punto me fascinó la forma en la que estaba escrito todo lo demás.

Disfruté la mayor parte de los pequeños relatos del libro, particularmente "Un presidente gigante", "Cuentos de la madrastra", "Declaración sobre la muerte" y "Abrazo de dalias. "El cuarto" también, pues me parece muy realista.

Algunos capítulos me recordaron un tanto a la novela corta de García Márquez "Crónica de una muerte anunciada". No sabría explicar por qué, pero así fue. Aquella obra la leí dos veces, pero sólo le entendí en la segunda ocasión 

Supongo que era muy joven la primera vez. Su estilo me recuerda un poquitín al de usted porque, por momentos, en Armas de Juego percibí pequeñas cualidades típicas del realismo mágico latinoamericano, algo que me impresionó y gustó mucho de su libro.

 

Me encanta cuán impregnados están sus relatos del, digamos, sentido histórico latino. Por ejemplo, la mención del guarrús. Como le digo, su obra me ha hecho aprender.

 

"Estoy tan acostumbrada a los desprecios que las caricias me hacen daño" me parece una cita preciosa.

 

Si tuviera que criticar constructivamente algún aspecto de la obra, sería que me habría gustado que tuviera más diálogos; los pocos que hubo fueron interesantes e hicieron la lectura más fluida.

También aconsejaría dos cosas: Primero, que los nombres de los personajes se mencionen más seguido, en lugar de decir "ella" o "él", para no perder el hilo. Segundo, una pequeña revisión en las tildes porque me encontré con "tí" en lugar de "ti" o "rie" en vez de "ríe".







Mi parte menos favorita fueron las escenas sensuales, pero eso es por una cuestión de gusto personal. 

 

En contraste, la parte que más me gustó de toda la historia es, sin lugar a dudas, la relación de los gemelos, además del fuerte resentimiento hacia su padre. Así mismo, la muerte de éste fue un shock.

 

Me emocionó mucho la formación del grupo GOMA y me dolió la muerte de Milione, al igual que el sufrimiento del gemelo y de los otros integrantes del grupo. "La muerte de mi otro yo", en palabras de Piro.

 

La concordancia entre el comienzo y el final de la historia me pareció excelente. Comprendo por esto que Milione debía morir, pues es así que el relato comienza.

 

Finalmente, mi cita favorita de todo el libro es "Yo he de quedar en Milione y él en mí. No sé cuál de los dos escribe esta página, ni los dos cuadernos con los Tacuinis”, aunque compite con la sencilla pero hermosa frase "La gente feliz no tiene historia".

 

 

 

Muchas gracias por su regalo, señor Marco Polo. 

Sé que la situación en su país no es la mejor en estos momentos; espero de corazón que todo aquello mejore.

 

Mis mejores deseos para usted y su familia y un gran abrazo desde Nicaragua.




Inés Andrea Ordoñez Miranda

 

Comentarios

Entradas populares