Daniel Ferreira




El año del sol negro







Es notorio como el joven escritor, no logra arrancar el motor de su libro, porque se cruzan sus palabras de hoy, las suyas, con las que requiere una épica del siglo XIX que luchan entre sí por surgir de la oscuridad de sangre. 

Al fin logra despegar con la historia del fusilero y la de la mujer liberada por los libros, que aporta la visión de la otra clase en el combate.
Una historia hilvana la del héroe en medio del relato bien hilado desde el supuesto “diario” de la dama escritora que simulaba el ritual de la contabilidad de la tienda española de su padre.

Al final y en medio están los obtusos y a veces ridículos objetos ominosos que produjeron estas guerras. 
La “regeneración” que hizo desaparecer la Constitución de 1863 y los liberales  radicales y antibélicos que deseaban a punta de tiros y machetes volver a que el libro del acuerdo nacional empezara con la palabra pueblo. 
Pero aún entre los liberales había envidias , odio y deslealtad y no muy bien librado queda el nombre de Uribe, despedazado luego por el hacha de Galarza y compañía.
La rivalidad de Benjamín Herrera el soldado, y el demagogo Uribe, nos va trazando el por qué de nuestra patria subdesarrollada donde era, únicamente “Libertad o Guerra” la opción, que hoy se repite con nuevos actores descendientes de idénticos oligarcas.

Logra tejer la novela con todos los matices de una épica casi no ejercida en nuestro país, aunque todavía son notorios los ripios del lenguaje contemporáneo que deslucen y golpean.
De todas formas es satisfactorio que este tema que tanto me atrae haya sido resuelto, aún de tal manera.
Y me es grato haber llegado a la palabra fin, habiéndose disfrutado muchas veces de una verdadera trama, de un verdadero investigador, de un oscuro tema en la historia nacional. 

El autor admite haber recibido ayuda de primera mano de un diario de un Rugeles que supo disimular, pero que le aportó gran verosimilitud y la misma inserción del recuento de los dos personajes centrales que nos permiten “visionar” con el autor las causas de ese revés cruento, inverosímil e inútil que fue esa parte de la historia nacional que debe llenarnos de vergüenza al observar que la patria de nuevo desperdigada y lista para entregar Panamá en una especie de chiste, donde las armas de la revolución llegan para ser ocultas en los árboles y en el fondo del río de donde no deben volver a salir.

Toda guerra es inútil. Y ahora que salimos de la de 60 años, esa guerra con las Farc, entendemos que debemos abonar el sudor y la sangre a los libros que eduquen, que es mejor morir en paz que recreando ríos de odio que nos ulceran, que no dejan siquiera a nuestros niños su derecho a jugar a la felicidad merecida.

Aporta mucho a la experiencia del joven escritor el admitir la dificultad de su oficio y es de beneficio para las letras el justo reconocimiento a Bartolomé Rugeles por su diario que sirve de columna vertebral a la verosimilitud.

Sus direcciones sobre la mujer libre y sus derechos sexuales refulgen en éste libro donde lo erótico se hace un oasis de atrevida poesía para las mujeres sometidas a tantas guerras en “El monte de venus”, para recordar a Collazos y que deja una buena estela de frases, a veces brillantes. 
Escuchemos su propia presentación:


“Eramos como aquellos indígenas que no tienen la palabra amor  en su lengua.
“Tenemos miedo a morir en el eclipse, pero no a la guerra”
“Desnudarse, el único acto revolucionario de una mujer”
“Huiste porque, al morir tu madre, habías tenido que convertirte en la madre de tus hermanas y en la esposa de tu papá.”
“Mi madre , que me impidió mezclarme siempre con lo que llamaba “los piones”, la chusma.”
“Las mujeres se hacen célebres por algo que les causa vergüenza. Para que una mujer sea célebre debe haber sido quemada o matada o rotulada con el nombre del martirio”
“Es extraño que lo entienda ahora: en el internado era común esa atracción por ver el cuerpo de las otras”
“Podemos saber algo de todas las criaturas si aprendemos a verlos. Si quiero escribir algo debo aprender a observar. Pájaros, gente, mi propia voz. Oír”
“La inmersión en ese oficio estático y secreto te aísla de los demás. Te acercas para alejarte. Entre mas observas, mas te acercas. Entre mas escribes , mas te alejas. Para observar hay que acercarse lo que mas se pueda al otro, meterse en la escena”

“ No lo entendí hasta el día en que descubrió que a los siete años su hija se acariciaba entre las piernas. Ese día entró a mi pieza, me halló despernancada sobre la cama, pasándome los dedos, y se volvió una arpía”
“Hoy se que ella también se acarició de niña”
“Somos culpables de la mitad de lo que nos pasa. La mitad es lo que nos hicieron y la otra mitad es lo que provocamos que nos pasara”

“¿Entonces cómo  y sobre qué escribir? Nunca escribir sobre los otros. Escribir sobre mí. Desde lo que no puedo saber con mis sentidos, con mis intuiciones… Escribir sobre lo que otros les causa vergüenza.”
“Si no eres capaz de decir lo que otros les avergüenzas no sirves para escribir”
“¿Solo los pobres deben morir papá?(…) Los pobres no se inventaron esta guerra. Se la inventaron los hacendados y los políticos. La gente mas pobre está siendo reclutada a la fuerza”
“El nacimiento es la primera mutilación”
“Pero la voz de un pueblo que no lee, rara vez podrá ser la voz de Dios”
“Recuerde que hasta los hombres de sotana y mano inmaculada estaremos dispuestos a mancharnos de sangre y aferrar con una mano el crucifijo y con la otra el revólver”
“A solo dos cosas tiene miedo el combatiente: al dolor y a la sed”

“A los quince años la pobre joven, 
sin padre, ni madre, sola quedó, 
So  el amparo de un cruel hermano 
Que en poco tiempo la enamoró. 
Ay hermanita del alma mía, 
Ay, hermanita del corazón, 
Que lindura me tiene loco, 
Y tu marido quero ser yo”

“No buscamos un nuevo Dios. Buscamos un nuevo país en que los ríos sean las puertas abiertas al mundo, en que los dos océanos estén conectados, en que nuestros labriegos puedan llevar la cosecha a la carrilera”

“La cárcel y el ejército eran el lugar ideal para encontrar toda las palabras legítimas y bastardas reunidas” Uribe Uribe.

“Un diccionario de Incorrecciones que era propiamente un léxico nacional revolucionario”

Una muy recomendada lectura.



 Marco Polo
Altillo de Villanova
Bogotá
6 de Octubre de 2018




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