LA LUZ FICTA DE UNA LUCIERNAGA.
ITE MISSA EST
Al
presentar ARMAS DE JUEGO, lo dije.
Escribir
en los tiempos de los hikikomori una novela, es un verdadero reto.
Dando
por descontado la desviación de la mirada del deseado lector joven, hacia las
teclas de cualquier gadget, antes que
a las páginas de un libro. Esas tecnologías son subrayadas por el autor al
momento de escribir el libro “La misa ha
terminado”.
¿Lo
anterior lo impulsa a ser novedoso?
¿Con
éste libro intenta escribir una novela de otra forma?
O
todo está dicho y solo se trata de la decadencia de un escritor de la violencia.
De
todas formas es un libro sobre la realidad y el pesimismo humano. Frente a la búsqueda ontológica del mas allá, (“El gozo es en vida. El sufrimiento también”) de cualquier descreído.
Se
puede decir que la novela está escrita por otro de los maricas valientes,
que con suficiencia, critica y recrea la
poda de tanto gay de cierta estirpe, en la iglesia católica, sin llegar a ser anticlerical.
Intentado purificar con la muerte el amor prohibido.
Los
elementos para la construcción novelística lo expresa el mismo autor hacia la
página 131 cuando advierte que por allí
debe estar también el nudo de la historia.
Cediendo
la musa a la tecnología.
“Allí comienza la historia a cuajarse”
(Pag.127)
“Ya no tengo que inspirarme para escribir
ésta novela. Debo afilar la técnica del conocimiento.(…) Confrontar la realidad
con documentos.(…) Apenas si me queda un poquito para meter de imaginación. El
talento ya no es valorado.(…) Esta novela es un añadido de trabajos hechos
desde distinto ángulos usando la información ajena. Yo cada vez aporto menos.
Que supieran cuanto cacumen tuve que
gastar cuando escribí mi primera
novela”.
Con
lo cual se pone a la altura de la actualidad, al utilizar la realidad para la ficción.
Por
la carencia del “héroe” en nuestros días, a lo sumo y de manera inverosímil,
eleva a un campesino huilense a cura, obispo y cardenal de Buga y logra llevar
a la ciudad del cristo encogido y negro,
al papa Benedicto y asiste al cónclave que elige al argentino, quien para la ficción será el
cardenal Viazzo.
Mas
el clímax del uso de la realidad lo aporta lo
mediático, la página roja tan comentada en la radio de que hace parte el
autor. La extraña historia de dos curas
con sida que pagan su propio sicario para redimirse con la muerte.
El
último libro que leí del maestro ÁLVAREZ GARDEAZABAL, “Comandante Paraiso”, no me pareció afortunado.
En
ésta novela, admitiendo su ejercicio fuera del closet, en la realidad, logra una
cierta crítica de los maricas desnaturalizados, los “pavos reales, aflautados, de caminado de avestruz” que desdibujan
ese estado real, pero tan perseguido del mundo gay, que va encontrando sus
derechos constitucionales.
Las
varias voces le otorgan fuerza al relato. Y hasta la intervención del propio
autor como una de esas voces hacen atrevido el texto. Aunque entra en
contradicción el manejo del lenguaje, que no distingue una de otra y permea la
veracidad a veces, con lugares comunes, que no distancian al narrador respectivo, del autor.
El
recurso epistolar es inane.
Creo
que su experiencia en la radio, es ésta novela no tan magistral como “Cóndores no entierran todos los días”
mas la experiencia mediática no lo arredra y más bien lo impulsa a mezclar la
realidad y la ficción de la luz de su “luciérnaga”.
https://www.youtube.com/watch?v=vAyZwnjjAIs
https://www.youtube.com/watch?v=vAyZwnjjAIs
Marco
Polo.
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