ARMAS DE JUEGO DE MARCO POLO
Reseña
Aunque existe una denominación de origen, una exploración de la vida total
de un pueblo con las implicaciones de realidad y mito, la presencia constante
de una violencia brutal y que sin embargo casi siempre se resuelve de manera
tortuosa e invisible, como en una especie de tatuaje interno que marca los destinos y las peripecias de
los personajes, Armas de Juego es
también un inagotable ejercicio de escritura, un intento desbordado por captar
la comedia humana en el tiempo, un tiempo que fluye y fluye en la memoria y los
sueños, la historia y la fábula.
En un collage que mezcla
discursos que van desde la crónica oral, el cine, las cartillas de las primeras
lecturas, los cómics y las
referencias literarias más o menos detectables, este relato insaciable es un
intento de recuperar la infancia, de reconstruir lenta, gradualmente, una
historia personal y colectiva, que se niega a las reducciones de la
cronología,
a la resignación y el olvido.
Guillermo Martínez González.
Al comenzar la década del setenta, un adolescente
rescatará para su hermano la memoria del pueblo. Esa, que a lo mejor nos aclare
la causalidad de la guerra sentida de reojo por dos niños, con pueblos, madres,
amores y rencores duales, donde la rebeldía a lo mejor surja de las “ARMAS DE
JUEGO” que fabricaron para intentar la felicidad.
Marco Polo.
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