NADA: Provocar al lector es mucho. Janne Teller.

JANNE TELLER.





Es danesa y su labor de desatar conflictos humanitarios desde Tanzania , Mozambique y Bangladesh seguramente le llevan luego al desencanto humano, a tirar la toalla y hacer lo que marca su felicidad: Su reencuentro con la literatura.

Comparto con ella ese tipo de intuición y por ello decido leer su libro NADA.

De entrada, no es afortunada su traducción. Es más me parece que a pesar de ser Danesa, el lenguaje en el fondo es mas apasionado pero no se ve. La frialdad aparente de la elaboración y los diálogos mecánicos a veces no encajan en los labios del personaje, pero esos pequeños filósofos creados desde la experiencia de la madurez de la autora, toman vida y comienzan la verdadera búsqueda para ir perfilando ese rostro al final. El rostro atroz de lo humano.

Por lo demás al enterarnos que fuera un libro rechazado en Dinamarca en el 2.000 nos permite la certeza de que algo debe tener dentro, cuando en éste nuevo siglo se producen éstas prohibiciones como si con ello no se estuviera estimulando mas bien su lectura.

Partir del punto de vista pesimista del mundo para elucubrar una novela, es como la misma autora nos confiesa la verdadera búsqueda del escritor. Porque ese libro que se va elaborando por capítulos luego de haber intentado salvar al mundo, es el existencialismo que trata de desbordarnos a pesar de los tiempos cuando desistimos de hacer justicia, de salvar el mundo, de buscar dentro lo que en verdad tiene significación.
En esa búsqueda a ciegas que a veces suele ser un cuento, va apareciendo la significación y el rostro verdadero del ser humano nuevamente oscuro, contradictorio y violento, al enfrentar al otro en su ideología.
Con soluciones materiales pretendemos zanjar las necesidades filosóficas y ni siquiera cuando estamos seguros de haber elevado una montaña de "significados" para borrar al otro su ideología, hallamos la tranquilidad, porque las dos ideas siguen incólumes y nadie transforma al otro. Entonces la solución es la violencia, la destrucción de la creencia ajena a partir de la fuerza.
La paz con la destrucción de las ideas del adversario no puede ser otra cosa que la sensación de insaciable e inútil poder.
Creo que está justificada la vida de ésta mujer cuando decidió abandonar el sitial burocrático del poder que le aportaban las Naciones Unidas frente al desencanto, para intentar explicarse el objeto del ser humano, frente a las ideologias, a las creencias, a los valores que deben ser representados en la farsa que es la sociedad.
En la búsqueda deben surgir nuevas oquedades oscuras que nos señalan que el destino del hombre es la búsqueda de la felicidad.

La provocación en el lector es el principal logro de éste cuento actual. Abrir los ojos a lo verdaderamente sorprendente de la vida, no solo para verla recreada sino para sacarla, relucirla y vivirla.





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